viernes, 20 de julio de 2012

¡A la escuela!
         Seguramente ustedes están de acuerdo en que el conocimiento, las habilidades y los valores que se adquieren en la escuela son fundamentales para llegar a tener un modo de vida satisfactorio y para ser capaces de cumplir las expectativas que cada uno proyecta.
A lo largo de nuestra vida hemos aprendido que todo conocimiento es útil y que todo esfuerzo que se emprende, tarde o temprano, da frutos que mejoran la vida de las personas. Por esta razón llevamos a nuestros hijos a la escuela.
Sin embargo, las niñas y los niños suelen no tener claro cuál es el sentido, la importancia, la necesidad o la utilidad de lo que se aprende y se hace en la escuela. Para la mayoría de los alumnos y para muchos padres aprender suele significar cumplir, memorizar y contestar con el fin de obtener buenas calificaciones, y con frecuencia ocurre que la calificación por sí misma no es suficiente para que lleven a cabo el esfuerzo que se espera de ellos.
           Es común oírlos decir: "Sí, pero todo esto, ¿para qué me sirve?"
Si realmente queremos apoyarlos en su buen desempeño escolar, padres y maestros debemos buscar la manera de responder satisfactoriamente a preguntas como la anterior.
Por ello es necesario que padres y maestros seamos capaces de explicar claramente la utilidad, el sentido y la razón de ir a la escuela. Es recomendable que lo hagamos con una actitud de entusiasmo e interés respecto de lo que tienen que hacer y aprender, y mostrar siempre total confianza en sus capacidades.
Asimismo, es necesario que hagamos ver a los niños que la disciplina, el conocimiento, las capacidades y los valores adquiridos en la escuela pueden acercarlos a una vida más plena; que en la escuela es posible encontrar temas y personas interesantes a cada paso que dan, todo lo cual resulta esencial para lograr una vida satisfactoria y un lugar digno en la comunidad.
Es conveniente hacer el ejercicio de sugerir a las niñas y a los niños que reflexionen acerca de lo que le pasa a una persona que no tiene la posibilidad de ir a la escuela: las dificultades con las que tropieza, las limitaciones que le ocasiona la falta de conocimientos para su desarrollo personal y social. Piensen en la diferencia de posibilidades entre quien sabe leer y escribir, aunque sea con dificultad, y quien no tuvo las oportunidades o las condiciones para ir a la escuela.
Es muy importante que las alumnas y los alumnos comprendan que se estudia para obtener y desarrollar conocimientos y capacidades que les ayudarán a tener más confianza en su persona; también los harán más capaces intelectual y espiritualmente para lograr lo que desean para sí mismos, para los suyos y para los demás. Expliquen a sus hijos que la educación les dará la oportunidad de hacer de sí mismos lo mejor que ellos pueden ser.

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